Durante el verano es posible que necesites un cambio de neumáticos en Fuenlabrada. Esto ocurre debido a que, por las altas temperaturas, las gomas suelen deteriorarse con mayor facilidad.
Uno de los principales problemas es que el desgaste del neumático es mayor en verano. Es posible que también aumentes la frecuencia de uso del coche o que las distancias que recorras sean más largas que de costumbre en épocas de vacaciones. Teniendo en cuenta que el asfalto absorbe el calor y que puede llegar a estar unos 10 grados por encima de la temperatura ambiente, comprenderás por qué las gomas sufren tanto y necesites un cambio de neumáticos en Fuenlabrada más seguido.
Otro problema es que los neumáticos tienden a perder presión más rápidamente. Esto ocurre porque la cubierta exterior, al sufrir desgaste, pierde su capacidad de mantenerse hermética y deja escapar la presión del interior. Los amortiguadores también se deterioran más en verano de forma progresiva, lo que también repercute en la duración del neumático.
Ten en cuenta que, tanto el desgaste excesivo de las gomas como una mala alineación, problemas de amortiguación o una presión inadecuada, pueden provocar otro problema: la deformación del neumático. Si el neumático se torna ovalado, se desgastará más en la banda central, lo cual empeorará durante los meses de mayor calor.
Cuando notas que perdemos presión rápidamente, puedes incurrir en el error de aumentar dicha presión. Sin embargo, esto es un riesgo ya que, si la presión es superior que la recomendada por el fabricante, tendrás menor adherencia al suelo, con el peligro que eso conlleva.
Desde Conema 2000 te recomendamos que, en lugar de tomar medidas como esta, aumentes la frecuencia con que controlas la presión. Además, también es recomendable que te fijes con frecuencia en el estado de la goma, midiendo el desgaste que sufren las bandas. Así, evitarás inconvenientes.